Por pastor Luis Ramos
La unidad de la iglesia y entre siervos de Dios con fe y práctica bíblica es necesaria para el avance de la obra misionera. En Filipenses 1:27, el apóstol Pablo nos enseña que debemos combatir unánimes por la fe del evangelio, que debemos tener unidad y trabajar juntos para que el mundo tenga el evangelio. No cabe duda de que la falta de unidad entre pastores y misioneros de las iglesias bautistas independientes fundamentales es uno de los estorbos más grandes para la obra misionera.
En Su oración intercesora Cristo nos llama a ser uno como Él y el Padre lo son para que el mundo conozca que el Padre lo envió, que lo envió para salvar a los hombres de sus pecados (Juan 17:21). Nuestro amado Salvador desea que tengamos perfecta unidad. En Juan 17:23, Él dijo: “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”.
La unidad cristiana está basada en quiénes somos, en quién es Él y en nuestras creencias basadas en la Palabra de Dios (Efesios 4:1-6), por lo tanto, sí podemos tener perfecta unidad. Además, Cristo dijo en Juan 17:22: “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”. Como hijos de Dios, podemos tener perfecta unidad porque Cristo nos ha dado la gloria que el Padre le dio, y esa gloria es la presencia de Dios en nosotros: Cristo en nosotros. Así que, Cristo en mí y Cristo en mi hermano hace posible la unidad perfecta.
Queridos hermanos, es necesario que quitemos todos los estorbos y excusas que nos han impedido trabajar en unidad con otros misioneros y pastores por la causa del avance de la obra de Dios. Algunos necesitan arrepentirse de su carnalidad y soberbia, y hacer lo que el apóstol Pablo dijo en Filipenses 2:3-5: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”.
¡Tenemos que unirnos, si queremos alcanzar a nuestra generación con el evangelio en este tiempo!
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