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respinosa

Carta del misionero aplazado.. a la iglesia enviadora

Actualizado: 9 oct 2021

Amado hermano que da ofrenda a la obra misionera,


El apóstol Pablo escribió una carta abierta a la iglesia que le enviaba ofrenda misionera mientras que el estaba detenido en prisión. Usted probablemente ya la ha leído, es la carta a los Filipenses. Por supuesto, esta carta es mas que una carta de un misionero a una ilgesia misionera que da soporte económico a la obra misionera, pero tampoco es menos.


Los Filipenses eran una iglesia joven. Su plantador principal, Pablo, se encontraba predicando el evangelio desde la prisión. Para blindarlos del desánimo, el apóstol les escribe para recordarles que a pesar de los obstáculos, estos habían servido para el avance del evangelio. Después de todo, el esta compartiendo el evangelio desde la prisión y su ejemplo a servido para dar ánimo a otros (Fil 1:12-13).


Sin embargo Pablo ofrece mas que un reporte acerca del fruto de su ministerio. El toma tiempo para agradecerles por su participación fiel en el tiempo de "la demora".


Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Filipenses 4:14

La participación entre el apóstol y los Filipenses ejemplifica el tipo de tormenta que se avecina para el campo misionero donde pasarán días en que los misioneros estarán "aplazados" por circunstancias diversas.


El apóstol amaba a los Filipenses y era bien correspondido, estos eran de hueso colorado, entregados a la obra misionera. Cuando no tuvieron la oportunidad de mandar ayuda a Pablo, ellos crearon una enviando a Epafrodito (Fil 4.18). En respuesta, Pablo les agradece por participar "en su tribulación". El les agradece por su amor y fidelidad.


Todo esto me recuerda de muchas iglesias que dan soporte misionero de las cuales tengo el privilegio de conocer. Por causa de la pandemia, miles de misioneros, como Pablo, han sido interrumpidos, estorbados y aplazados. Algunos han tenido que regresar a casa, otros han tenido que posponer su tiempo de descanso, y otros están con sus maletas empacadas en casa de sus padres esperando poder llegar al campo misionero. Mientras que esto es mejor que estar en prisión, por supuesto, esta presente "tribulación" ha brindado sin lugar a dudas la oportunidad de grandes demostraciones de amor. Y así como Pablo, yo quiero decir, "¡Muchas gracias!"


Para muchos misioneros que dependen de la ofrenda misionera, una batalla interna se libra mientras esperan por noticias referentes a las restricciones de viaje internacional o de visa. Para nuestra familia, estas aguas agitadas han sido emocionalmente desgastantes. A nosotros se nos dio permiso de partida para el final del año 2020. Desafortunadamente, en Enero 1, nuestro destino misionero cerró sus fronteras. Y así comenzaron meses de aplazamiento, seguidos de semanas y semanas. Estábamos atentos a las noticias y vivíamos con las maletas a medio empacar. Sabíamos que estas pruebas eran parte del llamamiento y hemos aprendido a estar contentos como lo estaba Pablo. Pero no deja de ser una batalla.


Esta batalla incluye estirar las ofrendas bien ganadas que nos dan libremente -de amigos hasta familiares hasta iglesias misioneras que piensan igual que nosotros-. Las palabras del apóstol resuenan en mis oídos: "digno es el obrero de su salario" (ITim 5:18). Hemos tratado de ser útiles, laboriosos y de hacer con propósito mientras miramos al cielo por señales de fronteras abiertas. El Señor nos llama a ser obreros dignos de su salario aún en medio de la incertidumbre, y hemos hecho todo lo posible para tener fruto y ser files.


Y ustedes, como los Filipenses, han participado en nuestras tribulaciones. Por supuesto, entendemos que por su situación en este tiempo hayan sido impedidos de darnos apoyo económico. Aún si este es el caso, ustedes han estado con nosotros en esta tribulación. Hasta donde podemos decir, a pesar de las economía inestable, la gran mayoría de los que dan soporte misionero han priorizado su apoyo y han continuado dando con sacrificio. ¡Oh, que gran amor han demostrado poseer!


Como obreros aplazados que deseamos ser dignos de su salario, sentimos una cierta incomodidad, como si estuviéramos decepcionando a nuestros donadores. Pero, ustedes han vencido nuestras dudas con su amor por la obra misionera. No solamente con sus ofrendas pero con palabras de compasión, reconociendo que esta situacion es única y que oran por nosotros para que todo se resuelva y se abran las puertas.


¿Saben ustedes que en promedio un misionero tiene de 50 a 70 donadores que ofrendan? Significa que usted como individuo (que da soporte misionero) son parte de un equipo. Sus ofrendas misioneras le parecerán mucho, pero es usted quien está proveyendo para todas nuestras necesidades, en equipo. Quizá no conoce personalmente a cada enviado, pero usted está viviendo el ejemplo que encontramos en el Nuevo Testamento.


Ánimo amigos!, como Pablo recordó a los Filipenses, su generosidad.. "lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios" (Fil 4:18). Por favor reciban esta carta de gratitud de todo nuestro corazón de parte nuestra, sus misioneros aplazados por estas peculiares circunstancias de la vida. El Señor está produciendo fruto aun en este tiempo, y éste cuenta a su favor (Fil 4.17)


Por tanto, otra vez, hermanos y hermanas, ¡Muchas gracias!, alabamos a Dios por ustedes, es muy amable de su parte compartir nuestras tribulaciones.


Con afecto fraternal,


Su misionero aplazado.


Tomado de rtim.org , el autor es anónimo por su seguridad


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